viernes, septiembre 18, 2009

Ella vivía mi vida / She was living my life






A veces quisiera que mi nevera fuera más grande... sobre todo cuando llego de Costco. Si meto la leche tengo que sacar el jugo de naranja, si meto las fresas tengo que sacar el repollo... solo puedo tener dos carnes en el congelador... pescado y carne molida, o piernas de pollo y carne de res. Comienzo a culpar a mi esposo por proveer una nevera tan chica, me culpo a mi por haber escogido un esposo así...y ademas haber tenido tantos hijos. Me pongo como meta tener una nevera algún día tipo "walking closet"... y así me enredo en una espiral interminable de malos pensamientos.
Pero entonces llega el día de limpiar la nevera y es, en ese momento en que estoy arrodillada con un cepillo de dientes en la mano, cepillando cada rendija de ese aparato,  que empiezo a dar gracias a Dios por mi marido, por mis hijos y sobre todo por el tamaño de mi nevera... que no es muy grande, ni muy chiquita, es, simplemente, perfecta.


Y así fue que me pasó mi vida por delante de los ojos, en una Bronco anaranjada, con la música enloquecedoramente alta (rock&roll), el carácter un poca amargado y aretes largos enredados en la melena rubia. 
Así yo había planeado, soñado, imaginado mi vida, yo iba a ser ella... manejando un Jeep abierto... en alguna ciudad playera... con la música (Led Zeppelin) enloquecedoramente alta y el carácter un poco amargado y con aretes super largos enredados en mi melena rubia. Comencé a culpar a mi esposo, a mi, por enamorarme de un hombre tan irresistible... por tener tantos hijos... y asi me enredé en una espiral interminable de malos pensamientos. Entonces la VIDA, me volvió a poner de rodillas, esta vez delante de mi propia ignorancia. 


Doy gracias por mi Mini-Van, en donde caben no solo los miembros de mi familia, sino, mis abuelos, tíos y amigos. Doy gracias por tener como background la vocecita chillona de Caillou y así poder disfrutar, mejor, los pocos momentos de música enloquecedoramente alta. 


Y esto lo escribo rodeada de mis hijos, que me miran con los ojos llenos de amor y sorpresa,      
 rodeada también del abrigo de amor que siento que mi esposo me manda con su pensamiento... y además, esto lo escribo...


.... con unos aretes SUPER LARGOS todavía enredados en mi melena rubia.


I love Miami Beach!!
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3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ahora entiendo tu risa con el cuento de mi mudanza de Mexico a Miami....jaja. Todavia conservo la misma camioneta, una Avalanche blanca que se convierte en apartamento rodante todos los dias. Podemos montar a nuestra banda completa y pasear por McArthur Causeway con Led Zeppelin a todo volumen.....solo me prestas los aretes largos!!!!

Anónimo dijo...

lo que hablabamos hoy Deboritis...el jardin del vecino siempre parece mas verde que el mio...la inconformidad humana y la palangana! Sin embargo, gracias a esa comparacion permanente que nos aqueja, los optimistas encontramos el sabor fantastico de nuestros refrigeradores, nuestros carritos y los amores que nos rodean. beso, lau

Anónimo dijo...

Me encantó este post Deborah.
Me inspiraste a volver a escribir en mi blog. Gracias. Lo necesitaba!
(Mafe)